Ps. Bárbara Medina:

Para que una persona pueda responderse a sí misma esta pregunta, pienso que debe tener en consideración un elemento primordial. No existen datos concretos en los que se especifique qué línea cumple sus objetivos y cuáles no. En este sentido, la afinidad tiene que ver principalmente en cómo yo me quiero relacionar con el conflicto que me trae a sesión, es una posición personal frente al síntoma.
Por ejemplo, la psicoterapia cognitivo-conductual trabaja principalmente con diagnósticos específicos y con fines enfocados a aquello, ya sea la desaparición de cierta adicción o una depresión. El enfoque sistémico se basa en la interacción grupal, por lo tanto el conflicto tiene que ver directamente con la relaciones interpersonales. Generalmente se utiliza en terapias familiares.
El psicoanálisis se enfoca en lo inconsciente, aquello que desconocemos de nosotros mismos, sin embargo se expresa en un malestar mental, síntoma físico e incluso la inquietud de saber que algo ocurre, pero no saber que es.
Si bien hay más enfoques, escogí estos porque pienso que ilustran bien el compromiso con el cual cada paciente tiene que enfrentarse. Lo importante es tener claro que no hay mejor opciones que otras, ya que es una decisión personal que no debe ser juzgada.