El bullying es un fenómeno complejo que se observa hasta el día de hoy en muchos establecimientos del país. Por esto hay que tomar conciencia de lo que es y el grado de gravedad que puede llegar a tener en la salud mental, sobre todo de las víctimas*, que pueden presentar ansiedad, depresión, tendencias suicidas, miedo, baja de autoestima, pérdida de la autoconfianza, el aislamiento o el rechazo social, ausentismo escolar, disminución del rendimiento académico. Además de problemas psicosomáticos, como, jaquecas, dolores abdominales, espalda, cuello, problemas para dormir, enuresis, problemas respiratorios, baja del apetito.
¿Qué es el bullying? Se define como una forma de agresión en la que un estudiante o grupo intimida, humilla o daña a otro/a/e de forma intencional y reiterada, mediante comunicaciones verbales y no verbales, actitudes, mensajes y otras maneras de intercambio relacionales, con consecuencias dañinas para sus implicados/as/es a corto y largo plazo. Ocurre entre pares o de alumnos mayores hacia menores.
En esta dinámica existen diferentes involucrados, según Olweus (2001) citado por Musalem y Castro (2015), hay agresores, cómplices de la agresión que la apoyan de manera activa o pasiva, espectadores, defensores, víctimas y una categoría que podría denominarse agresores-víctimas**. Muchas investigación muestran que el bullying afecta tanto a los involucrados, como, al entorno completo, es decir a los/as ma/padres, a la familia, la escuela y la comunidad.
A pesar de que la prevención depende de toda la comunidad y de un abordaje sistémico, como madres, padres y/o cuidadores existe una preocupación latente sobre si mi niño, niña o adolecente sufre de bullying. Para poder protegerlos se debe considerar una buena comunicación con ellos/as/es, estimular su proceso académico, la calidez y compromiso parental y, también, mantener un relación cercana y cooperativa con la comunidad educativa del/la estudiante.
Estas dinámicas de acoso se activan por múltiples factores. Es por esto que, como ya se mencionó, los abordajes debes ser de carácter sistémico, ya que, para la evaluación e intervención se debe considerar desde un contexto macro, asociadas a la sociedad actual, hasta un contexto micro, relacionadas con el bully*** y su víctima.
*Víctima: niños, niñas y adolescentes de conducta más pasiva y temerosa ante la violencia. Se muestran inseguros/as/es, inhibidos/as/es, ansiosos/as/es y vulnerables.
**agresores-víctimas: hostigan a otros/as/es, pero a la vez son víctima de hostigamiento o bullying de parte de sus pares. Tienden a ser impulsivos/as/es y responden agresivamente cuando son maltratados/as/es.
*** Bully: Estudiante agresor que posee conductas de intimidación, amenazas, tetanización hacia otro estudiante (víctima)
Referencias usadas:
Musalem, R. & Castro P. (2015) Qué se sabe de bullying. Rev. Medica Clínica CONDES .26(1) 14-23
Romera, Eva M.; Luque-González, Rocío; García-Fernández, Cristina M.; Ortega-Ruiz, Rosario (2022) COMPETENCIA SOCIAL Y BULLYING: EL PAPEL DE LA EDAD Y EL SEXO. Universidad Nacional de Educación a Distancia. Madrid, España. Educación XX1, vol. 25, núm. 1, Enero-Junio, pp. 309-333.