Me desempeño como psicóloga clínica desde las prácticas narrativas centradas en el resguardo de los derechos humanos. Cuento con más de cuatro años de experiencia como psicoterapeuta, donde mi rol es ser compañera de reflexión y exploración de ideas y formas favoritas de pensar y de vivir. Las prácticas narrativas son una forma muy cuidadosa y respetuosa de trabajar con las personas, que las invitan a introducirse en conversaciones donde se desafían los problemas y sus efectos. Esto supondrá prestar atención a cómo los problemas se las ingenian para hacernos creer que no somos realmente suficientes o que algo está mal en nosotros/as o nuestra forma de relacionarnos. Desafiar los problemas posibilita la aparición de historias que han quedado ocultas y que suelen relacionarse con aspectos que fortalecen nuestra identidad como nuestros valores, propósitos, compromisos y sueños. Hay una sabiduría en cada persona que enfrenta un problema y elementos de su identidad que el problema deja fuera. Desde ese escenario invito a las personas a re-conectarse con los saberes, conocimientos y habilidades de sí mismos/as que no han podido ser contados o escuchados.